Este viaje no empezó como una ruta en moto, empezó como una escapada a nuestra isla vecina y en vez de alquilar un coche nos desplazaríamos en moto, para mi era la primera vez que salia de Menorca en moto de carretera, había salido en otras ocasiones aunque en moto de enduro.
La moto que en esa época tenia era una Yamaha Fazer 600 c.c., sin maletas o baúl, ni nada por el estilo, un Gps de coche, puesto en una bolsa estanca por si llovía y una toma de corriente chapucera era todo lo que llevaba la moto para el viaje.
El viaje era de apenas tres días de duración, en el cual lo único que tenia claro es que quería hacer toda la Sierra de Tramontana, lo demás ya se vería, aunque en ese momento repito la moto era solo un instrumento de transporte. El poco equipaje lo llevábamos en mochilas como las de los niños en el colegio, yo la llevaba en el pecho y mi pareja la llevaba en la espalda, la comodidad no era el punto fuerte...
La ropa tampoco era como la que tengo hoy en dia, yo si llevaba chaqueta de cordura y un buen casco, ademas de guantes, pero nada mas, mi pareja no tenia ni eso, solo un casco de cuando iba en scooter, chaqueta y demás eran de uso diario, sin protecciones evidentemente.
Cogimos el ferry que sale del puerto de Ciudadela un sábado por la mañana, si no recuerdo mal salia a las once y en poco mas de una hora estábamos en el puerto de Alcudia, desde ahí una autopista hasta Palma, unos 80 kms que recuerdo en ese momento tenia una mezcla entre sonrisa y pánico, por un lado nunca había hecho una tirada tan larga sin parar, tenia ganas de apretar la moto hasta que reventara y por otro nunca había ido en moto por autopista, tenia miedo de perderme o de que fallara algo en la moto. Entre una cosa y otra en menos de una hora estábamos en una ronda del puerto de Palma en dirección al hotel que estaba en la parte alta del puerto, aunque muy bien situado para bajar a tomar algo.
Después de instalarnos en el hotel, salimos en busca de algún sitio donde comer y acabamos en un restaurante del centro, ahi aprovechamos para hacer los planes de la tarde, visita a un acuario, al castillo de Bellver y por la noche el musical "Sonrisas y Lagrimas". Evidentemente de Palma al acuario y volver, y para llegar al castillo usamos la moto, después ya fuimos a pie.
El domingo amaneció perfecto, un dia soleado y sin viento en el que podíamos hacer cualquier plan, nos decantamos por desayunar en Valldemosa, un pequeño pueblo en el que hay un mercado artesanal de esos que ya solo se ven en contadas ocasiones, y después visitar el Zoo Safari Park que esta en la carretera de Sineu, en la localidad de Santa Eugenia, para llegar hasta ahi el navegador nos manda por la autovía de Manacor hasta cierto punto en el que nos desviamos dirección Santa Eugenia.
Ya que estamos cerca de las famosisimas y mundialmente conocidas cuevas del Drac, que al mismo tiempo están en el pueblo de uno de nuestros deportistas mas ilustres (Rafa Nadal) seria pecado pasar de largo por esta zona, y decidimos comer en el puerto de Manacor, mas conocido por Porto Cristo.
Una rica y deliciosa paella hizo las delicias de aquel domingo agradable y soleado, después visitamos las cuevas y me quede sorprendido por la magnitud y belleza de semejante paraje. Después vuelta al hotel y paseo a pie por la zona, que mañana nos esperaba el plato fuerte del viaje.
El lunes era el gran dia, y como no podía ser de otra manera amaneció maravilloso, desayuno suave en el hotel, recoger el equipaje ya que no volveríamos al hotel, y rumbo Andratx que es realmente donde empieza la Sierra de Tramontana, empieza suave para ir calentando, las vistas al norte de la Isla son impresionantes, y esta lleno de cafeterías y miradores, la carretera para mi gusto se podría mejorar aunque no esta del todo mal, en algunos tramos hay pocas escapatorias y los arboles están muy cerca de la carretera. Visita también obligada a Sa Calobra y el Torrent de Pareis, la carretera es una bajada de curvas cerradas que se acaba haciendo pesada, para llegar a un pequeño entrante en la costa en el cual apenas hay unas pocas casas y creo recordar un bar y una parada de helados, llegamos a pie hasta el torrente que en esa epoca estaba seco, aunque imagino que verlo en invierno lleno de agua debe ser impresionante. Vuelta a subir para coger nuevamente la carretera que nos llevara hasta Soller, puerto archiconocido turisticamente y de gran belleza, tiene todo lo que necesita el viajero, ahi comimos y seguimos dirección Pollença que era el final del camino, aunque hicimos alguna que otra parada en el monasterio de Lluc, el trozo final del camino ya era mas recto y las pocas curvas que había eran mas abiertas, se notaba que estábamos dejando atrás la Sierra.
Al llegar a Pollença buscamos hotel y descansamos, realmente el viaje ya estaba acabado, solo quedaba la vuelta a casa que seria el martes por la mañana a primera hora con el ferry Alcudia-Ciudadela.
Este viaje fue mas que un viaje, fue el descubrimiento que viajar en moto era toda una experiencia, te sientes libre y ves cosas que los demás no ven, era la manera perfecta de combinar dos grandes pasiones, la moto y los viajes.
En ese momento aun no era consciente, pero desde ese día muchos y cada vez mas complejos viajes en moto han llegado a mi vida, casi toda España, Francia, Italia y Reino Unido solo por poner un ejemplo, y cada año. Ahora voy bien preparado con la equipacion, tengo una moto cómoda con maletas y la navegación ya no es un problema.